PLACIDO


En una pequeña ciudad provinciana, a unas burguesas ociosas se les ocurre la idea de organizar una campaña navideña cuyo lema es: "Siente a un pobre a su mesa". Se trata de que los más necesitados compartan la cena de Nochebuena con familias acomodadas y disfruten del calor y el afecto que no tienen. Plácido ha sido contratado para participar con su motocarro en la cabalgata, pero surge un problema que le impide centrarse en su trabajo: ese mismo día vence la primera letra del vehículo, que es su único medio de vida. 
La gran obra maestra de Berlanga estalla no sólo como impecable comedia costumbrista, sino también como un devastador retrato social.
Ácida, crítica y con el sarcasmo como banderín de enganche. De paso, Berlanga juega al cine con sus eternos y magníficos planos-secuencia.







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